Cambio de dirección
Bueno fue bonito mientras duró pero es tiempo de cambio, y he decidido cambiar de dirección :
Bueno fue bonito mientras duró pero es tiempo de cambio, y he decidido cambiar de dirección :
Otra vez estoy de vacaciones. Visto así puede parecer que siempre estoy de vacaciones, aunque solo sea una ilusión creada por el hecho de que cuando trabajo no me queda mucho tiempo para escribir. Y solo escribo cuando tengo un poco de tiempo libre.
En fin, la verdad es que la vida del residente, por lo menos en mi caso, no deja tiempo para hablar de muchas cosas muy distintas a la medicina. Y cuesta encontrar un tema distinto a lo que ocurrió en esta o aquella guardia, no sé que día en el quirófano,… Además que este blog en principio nació con el fin de contar que ocurría en este camino hacia convertirme en un médico especialista. A pesar, de que haya días que intente contar cosas distintas por eso de cambiar y que no se convierta en algo tan monótono y aburrido.
Y se podría decir que estos días los residentes con los que hablo, que últimamente son más. Parece que por fin conseguimos quedar más fuera del hospital y tener conversaciones que van más allá de “tengo un señor con un dolor de tripa te importaría venir a verlo”. Lo cual en Pamplona que es una ciudad que se suele caracterizar por lo cerrados que somos y lo que nos cuesta salir del grupo o eso dicen, parece ya mucho. Y por fin voy a poder ir a una cena de residentes, y lo más curioso es que ¡¡¡no tengo guardia!!!
Bueno como iba diciendo ahora hay dos temas fundamentales de los que solemos hablar en las pocas escapadas que tenemos o mientras cenamos en una guardia. Y son por un lado las guardias, “estoy cansado, otra vez guardia” “mira lo que me ha pasado”… y la situación bastante precaria en la que nos encontramos ahora. Y qué es lo que podemos hacer para mejorar la situación. En relación a esto tenemos un pequeño lío que aprovechando la difusión que puede tener Internet (y no hay más que ver cuanto saben los pacientes de su enfermedad gracias a sus escapadas por la web) me gustaría aclarar un pequeño asunto. Resulta que en varios periódicos ha salido una noticia que nos lleva a todos de calle, y es esa estupenda subida del 18% del sueldo, por la cual recibimos felicitaciones por la calle de la gente que nos quiere y se preocupa por ello. Y no es que no estemos contentos con que nos suban el sueldo, lo que nos molesta es que nos tomen el pelo y quieran hacer que nos vean como pequeños usureros a los que solo nos importa el dinero. Y es que la realidad es la siguiente: nos suben el 18% del sueldo base si, en cuatro años. Pero es que esto tiene trampa porque nos bajan el porcentaje de complementariedad que recibíamos por año de residencia, de tal forma que los R1 no recibimos nada y los siguientes años cobran menos. De tal forma que nos suben bastante menos (que teniendo en cuenta el 18% de nuestro sueldo era poco) y en algunos casos casi casi nos quitan. Y claro una cosa es que trabajemos en parte por vocación y otra cosa muy distinta es que la vocación por si sola no nos permite comer todos los días que no estamos en el hospital de guardia (que no son muchos pero existen) ni nos permite hacernos con una casita medio decente, ni cosas de esas que puede parecer mucho a primera vista pero que son cosas básicas que a una persona entre 25 y 30 años le permite independizarse que es lo que la gente de esa edad le gusta hacer.
En fin, solo una pequeña puntualización y queja, para ver si sirve de algo.
Bueno ya casi no me acuerdo de lo bien que me lo pasé pero como lo prometido es deuda voy a hacer un pequeño esfuerzo de memoria que intentaré completar con unas pocas fotos. Y así compenso el mal sabor de boca que se pudo quedar del anterior post. Y dicho sea de paso ese mal día ya pasó y vuelvo a estar feliz con mi especialidad, consciente, eso si, de que tengo muchas cosas por aprender y muchos posibles malos días que espero ir superando poco a poco con toda la ilusión y optimismo que pueda.
Bueno mis muy merecidas vacaciones tuvieron lugar hace ya casi dos meses (como pasa el tiempo) y transcurrieron en Lanzarote, una tierra muy bonita por cierto. El caso es que este año mi madre, hermana y yo hemos sufrido demasiados cambios y decidimos compensar todo el estrés que ha supuesto con unas vacaciones estupendas en tierras canarias. La verdad es que estuvieron muy bien la gente por allá muy amable aunque casi había más estrangeros que españoles, los de las islas se hacen querer.
Los lugares preciosos distintos a lo que estamos acostumbrados por aquí por el norte, me sorprendieron las cuevas, los volcanes y demás. Visitamos todo lo que pudimos, El Timanfaya, La cueva de los Verdes, El mirador del Rí
o, Los jameos del agua, la casa de Manrique y seguro que me dejo cosas. Disfrutamos del tiempo estupendo y cambiante (no pensaba que por ahí hiciera tanto vieHacia tiempo que ya no me pasaba. Llevaba una temporada en la más o menos todo me iba bien. Sé que todavía me queda mucho por aprender pero la sensación era de ir mejorando. Sin embargo el lunes fue uno de esos días horribles en los que piensas ¿Por qué me habré levantado yo hoy? Tenía la sensación de que todo lo estaba haciendo mal.
Bueno, en realidad esto empezó el domingo con la guardia. El día se levantó con menos ilusión que otros (es que eso de tener que madrugar el domingo para ir a trabajar y más teniendo guardia, no me hace mucha ilusión). Me levanté y con todos los ánimos que pude recoger, que la verdad no fueron muchos, me fui al hospital y así comenzó una guardia que no fue demasiado mala, en cuanto a trabajo se refiere. Más bien fue aburrida (solo hago guardias de cirugía así que básicamente me dedicó a atender las llamadas) durante el día alguna visita a la puerta, alguna vuelta por la planta pero poca cosa. Y por la noche, no hubo mucho trabajo pero si dos llamadas estratégicamente puestas para jorobarme toda la noche. Así que por la mañana me levanté como pude (con menos ánimos que el día anterior y más cansada) y como no libramos las guardias me subi a la planta con la suerte de tener que ir a quirófano.
El caso es que sin entrar en demasiados detalles tenía la sensación de estar más torpe que de costumbre y de estar haciendo todo mal. Supongo que en parte sería fruto del cansancio pero la verdad es que mi ánimo fue de mal en peor a lo largo de la mañana. Ya por la tarde despues de echarme una muy merecida y gran siesta me levanté un poco más desanimada pero con la fuerza suficiente como para retomar el optimismo que intento cultivar. Así que decidí intentar no preocuparme y esforzarme al máximo para aprender todo lo posible. Creo que aparte del cansancio me estaba empezando a relajar en esto del aprendizaje y el trabajo diario. Y es que por mucha ilusión que lleves al final la rutina te hace que te dejes llevar y que se te olviden esos buenos propósitos con los que empiezas las nuevas etapas.
Bueno en resumen ahora mucho más tranquila (aunque todavía cansada) he sacado la conclusión de que incluso los malos días son importantes para avisarnos dentro de la rutina de que algo no lo estamos llevando como lo habíamos previsto y que tenemos que cambiar cosas y retomar la ilusión con la que empezamos y que la rutina nos arrebata en ocasiones. Además de que por supuesto dormir es bueno para las personas y que aunque haya gente que no lo vea del todo claro dormir de tirón varias horas seguidas es uno de los mayores placeres de esta vida.
Después de bastante tiempo estoy de vuelta. Las razones de mi ausencia estos días son varias. Por un lado, el poco tiempo libre que me queda (qué se le va a hacer, la vida del residente está en el hospital la mayor parte del día y la noche) por otro lado el poco tiempo libre que tengo estoy demasiado cansada. Y además estuve de vacaciones y no tenía ordenador.
Bueno como llevo tiempo sin dar señales de vida voy a hacer un pequeño resumen de estos últimos días.
Por fin recuperé la estabilidad que se me escapó el año pasado, por fin he vuelto a la rutina y aunque un poco cansada por lo menos sé lo que me espera al día siguiente y en los próximos meses lo que en parte me da el grado de seguridad que necesitaba. Por otro lado estoy muy contenta con la especialidad que he elegido, a pesar de estar más rato en el hospital que en mi casa. Espero seguir pensando lo mismo muchos años.
Tengo la sensación de estar aprendiendo muchas cosas aunque a veces me parece que me quedo bloqueada, sobretodo despues de las vacaciones. En las que mi cerebro olvido todo lo que había aprendido o por lo menos esa fue mi sensación.
Las vacaciones estuvieron muy bien pero me temo que se merecen un post a parte para poder explicarlas con detalle, para muestra os cuelgo una foto. Y por lo demás mi vida no ha tenido grandes cambios, intentaré escribir más a menudo.
Este domingo pasado tenía guardia, así que el plan para el sábado fue tranquilito. Decidimos ir al cine y, como ya habreis podido deducir, estuvimos viendo Piratas del Caribe 2. Ya habíamos visto la primera parte que nos gustó mucho y queríamos ver la segunda desde hace una temporada. Porque para que negarlo Orlando Bloom en la primera nos dejó coladitas. Y la película no está nada mal tampoco.
Bueno la película estuvo bien, y los actores en su línea (que se le va a hacer este chico es una debilidad) en la línea de la primera. Acción, fantasía y humor. Aunque hubo algún momento que se me hizo más lento. Perfecta para desconectar antes de una guardia de domingo. No tiene una mensaje profundo, ni mensaje social, pero es divertida y entretenida. Y por lo menos, de vez en cuando, yo necesito algo así.
Bueno yo recomiendo a los que les gusten este tipo de pelis que vayan, está bien aunque a mi personalmente me gustó más la primera. Aunque es posible que tenga que ver la tercera para poder confirmarlo. En fin me mantendré a la espera.
Por cierto, sigue mi racha de fortuna en las guardias y siguen sin llamarme demasiado. Veremos este sábado.
Bueno todo llega y todo pasa y esa tan terrible primera guardia que me pintaban y a veces he imaginado, fue ayer. Todo empezó cuando mi R mayor no sin poca guasa me pasó el busca. Bueno creo que ya he comentado en otros posts solo hago guardias de cirugía. Así que con el busca en el bolsillo y ataviada con mi pijama verde y con todo el ánimo que he ido recogiendo empecé la mañana pasando la planta como he estado haciendo estos últimos días. Por la mañana solo hubo una llamada y a ultima hora por una dudosa apendicitis que ingresamos pero que no operamos. Despues de este primer contacto con la puerta desde mi posición de residente de guardia (ya había estado algún día con cirujanos de guardia para ver como funcionaba aquello) me fui a comer con el adjunto que compartía la guardia conmigo, tras lo cual recibí los ánimos del resto de médicos que se iban a su casa y me quedé yo sola en la planta.
La tarde fue muy tranquila y apenas me llamaron, así que aprobeché para estudiar, la apendicitis (por si las moscas) ya hacia el final de la tarde empezó a sonar el busca de una forma más frecuente y pude ver mi primera apendicitis (más clara que si que operamos, bueno yo no hice mucho) y despues de eso pude marcharme a dormir y no me molestaron en toda la noche.
En resumen, fue una guardia de lujo sin grandes catástrofes pero con alguna cosilla para no sentirme especialmente aburrida. Y después de la guardia otra vez la planta y a casa que mañana vuelvo a quirófano programado después de unos días de vacaciones.
En fin el lunes la próxima, a ver si sigue la racha.
La t
El miedo es un sentimiento que todos alguna vez hemos tenido y que empieza ya desde la infancia. Por lo que yo sé nos permite reconocer situaciones peligrosas y tenernos alerta, hacernos reaccionar para poder sobrevivir. Pero en ocasiones, dependiendo de la gravedad de la situación y de la forma de reaccionar de cada persona lo que el miedo nos hace es paralizar.
Esto hace que las reacciones a una situación de peligro que nos produce miedo sean muy variadas que te permiten enfrentarte al problema que te da miedo para solucionarlo de una u otra manera o que por el contrario sean reacciones que lo que intentan es evitar de una u otra forma la situación que te da miedo. Yo por lo general procuro enfrentarme a mis problemas y buscarles una solución de una forma más o menos rápida. En mi vida ha habido de todo como, supongo que os ocurre al resto, y por suerte siempre he contado con alguién que si bien no me ha resuelto el problema si ha estado conmigo dandome consejos o apoyo que suele ser fundamental en muchos casos.
Sin embargo hay personas que tienden a responder a los problemas de otras formas que lo que buscan es simplemente evitar la situación o los pensamientos que producen este sentimiento tan desagradable y que por lo general, los casos que yo he podido ver no suelen llevar a buen puerto casi nunca. Porque el problema lejos de solucionarse suele empeorar y complicarse con otras cosas.
Todo esto viene a cuento porque esta última semana he visto un caso que yo pensaba que era raro pero que por lo visto es más frecuente de lo que yo imaginé cuando yo estudiaba en la carrera. Se trata de una mujer que vino a urgencias con un cancer de mama muy avanzado por no haber querido ir al médico. Supongo que por miedo a que le dijeran que era un cáncer y que le tenían que quitar la mama. Supongo que una noticia así tiene que ser horrible y realmente difícil de asumir por casitodo el mundo. El caso es que por lo que yo he visto el cancer de mama se puede curar si se coge a tiempo y actualmente existen unas reconstrucciones mamarias que son espectaculares. En fin, a lo que voy que en este caso el miedo consiguió paralizar a la mujer no permitiendo ir al médico por un problema que tenía una solución y que ahora tiene una solución un poco más complicada que va a hacer que se prolongue esta situación de angustia más tiempo del necesario. Además de haberle tenido un tiempo sufriendo un gran problema en silencio.
Este post va en parte relacionado con el anterior de la tormenta, sé que cuando estás metido de lleno en un problema-tormenta no es fácil encontrar el camino adecuado para salir de la misma, y aunque después de la tormenta siempre llega la calma y en general un bonito arcoiris hay veces que en la huida desesperada de esa tormenta la gente toma caminos que le llevan lejos de ese arcoiris hacia lugares desagradables. Pero creo recordar que en ese post dije que en las tormentas no siempre estamos solos y que podemos tener a alguien, amigo, familiar, profesional que nos deje un paraguas, nos indique el camino o que simplemente nos de un abrazo y se moje con nosotros para que almenos no nos sintamos tan solos y que finalmente podamos ver ese arcoiris. Pero quizás ellos no se hayan dado cuenta de que los necesitamos si nosotros no se lo pedimos.
Estos días el tiempo en Pamplona está siendo infernal y empieza ya a ser insoportable. Se trata de un calor pesado, de esos que deja el ambien muy cargado.
El caso es que tanto calor como el ambiente tan cargado nos ha llevado a tener dos días con tormentas de esas que casi asustan tanto por los truenos y relámpagos, que no dejan de caer, como por la cantidad de agua que cae en pocos minutos llegando a formar grandes charcos en la carretera. Son unas tormentas que aparte de asustar más o menos consiguen refrescar aunque sea por un momento la ciudad y aliviar esa sensación de pesadez del ambiente.
Estas tormentas son el simil perfecto de lo que ha sido mi vida en esta última temporada y en gran parte de mi vida, y me han hecho reflexionar. Porque por lo general los problemas van llegando más o menos rápido, pero no suelen llegar solos. Es decir que suele ocurrir que suelen venir varios problemas de golpe de forma que van cargando a la persona haciendo que su vida llegue a ser insoportable o también puede ocurrir que el problema sea tan intensa que nos haga percibir la realidad negativa en su conjunto haciendo que en ocasiones nos sintamos aprisionados sin fuerzas ni ganas de salir adelante y especialmente cansados. Este periodo puede ser más o menos largo y lleva a una situación en la que la carga emocional es tal que me puede llevar a ver todo de forma confusa, revuelta sin ser capaz de reconocer la realidad con su colorido y brillo habitual. Y esto puede llegar a explotar en mi cabeza produciendome miedo, angustia, ganas de llorar y gritar, vamos que en mi interior llega a estallar "la tormenta" que puede ser más o menos intensa y más o menos duradera. Después de estallar suelo sentirme mejor, aliviada porque por lo general la situación está en un punto del solo puede ir a mejor. Y normalmente la situación suele evolucionar favorablemente de forma más o menos rápida a la resolución del problema y la vuelta a mi calma habitual.
Ayer mientras observaba la tormenta que por cierto me pilló en la calle pude fijarme que por oscura y fea que esté las tormentas tienen también cosas bonitas porque salvo que el rayo te dé de lleno la imagen que dibuja en el cielo es cuando menos curiosa, y por lo menos a mi me gusta. Además permite dar algo de luz dentro de la oscuridad. La calle y sobretodo el campo adquieren un olor especial por lo general muy agradable, como a limpio. Y ver caer la lluvia tiene ese efecto relajante a la par que casi hipnótico que me produce una sensación como de descanso difícil de apreciar. Estas sensaciones son difíciles de recibir cuando la tormenta te pilla en la calle sin estar a salvo en casa, pero el caso es que aunque por estar en medio de la tormenta no somos capaces de percibirlas existen. E incluso aunque no estuvieran sabemos que por lo general despues de la tormenta va a llegar la calma que en ocasiones se acompaña del siempre esperanzador arcoiris.
Bueno en conclusión, las tormentas son necesarias aunque a veces no lo parezcan porque permiten refrescar nuestra mente y nuestra vida, a veces poniendo de manifiesto que en nuestra vida estaban ocurriendo cosas que poco a poco nos llevaban a una situación que cada vez nos oprimía más aunque quizás no nos habíamos dado cuenta. Que incluso dentro de la tormenta podemos tener fogonazos de luz que nos indican el camino, pero que no podemos confiar del todo de esa luz porque puede hacernos daño. Que siempre hay amigos que te acogen en sus casas o te prestan un paraguas para que pases la tormenta sin mojarte demasiado si se lo pides o te ven. y sobretodo que nunca hay que perder la esperanza porque despues de la tormenta siempre llega la calma y que en muchas ocasiones la situación post tormenta es mejor que la anterior a la misma con una sensación de mayor libertad y muchas veces cargada de esperanza.
Si despues de todo un año de espera (dos en mi caso porque el año pasado me los perdí) han llegado los San fermines 2006.
Este año estoy viviendo unos San Fermines un tanto diferentes a los de los últimos años. Desde varios puntos de vista. Por un lado no soy capaz de aguantar el ritmo como otros años, mi explicación a esto es el hecho de que otros años llevaba como 2 semanas de descanso y relax y llegaba al 6 de julio en plena forma y este año estuve trabajando a buen ritmo hasta el 6 de julio a las 12:30 de la mañana (el chupinazo lo vi de la tele del hospital); aunque nos han dejado unos cuatro días para disfrute de las fiestas a los afortunados que no tenemos guardias todavía. Otra posible explicación sería que nos estamos haciendo mayores y el cuerpo no aguanta como antes.
Por otro lado yo desde hace muchos años soy voluntaria de Cruz Roja y digamos que vivo los encierros desde un punto de vista diferente, en el que normalmente sufro un pico alto de adrenalina desde las 6:30 de la mañana (que es cuando nos reunimos en la sede) hasta que se acaba el encierro y veo que no ha pasado nada. Este año también ha cambiado en este aspecto ya que yo hasta ahora era socorrista y por lo tanto cuando algo se complicaba más de la cuenta solía recurrir al médico o médicos que estaban a mi lado, pero claro este año el médico era yo y salvo correr al hospital no me podía deshacer de los marrones tan fácil. En fin por suerte para mi cerca de donde estoy yo no suele haber grandes destrozos y no he visto ninguna de las cornadas ni accidentes más graves ocurridos a lo largo de estos días y como esta semana trabajo ya no voy a ver ninguna. Y lo más que he hecho ha sido atender esguinces y demás banalidades que son inevitables en estas fechas.
Por lo demás estos San Fermines están llendo muy bien aunque este fin de semana ha sido un tanto agobiante, realmente ha venido muchiiiisima gente y la mayoría de las calles eran intransitables, aunque he conseguido sobrevivir e incluso me lo he pasado bien disfrutando de los fuegos artificiales (que aquí echan todas las noches) y la alegría, música que reina estos días en la capital navarra. Ayer sin ir más lejos pude disfrutar del concierto del Sueño de Morfeo que tocaron en la plaza del castillo en el que me lo pasé realmente bien, era la segunda vez que los veía en directo, la primera fue en Oviedo el año pasado y como no me hizo mucha ilusión volver a verlos aquí en casa, además que tienen un directo muy bueno (básicamente fue el año pasado despues del concierto cuando realmente me gustó su música). Empiezas a dar saltos al inicio del concierto y no paras hasta que termina.
En fin mañana ya toca trabajar y supongo que tendré que parar mi ritmo de fiestas actual (lo que casí es un alivio porque ya no puedo con mi alma) aunque seguiré viendo las fiestas de tarde y los fuegos artificiales que me encantan así como los encierros aunque sean desde la tele con la adrenalina algo más controlada.
Por cierto el fin de semana en tierras asturianas fue muy bien, ya os contaré en otro post.
Y muchisimo ánimo a los que estais preparando el MIR y tranquilidad si no os da tiempo a mirar toda la materia porque realmente es imposible, de hecho yo no conseguí acabar ninguno de los libros.
Parece ser que hace algunos días se comenzó una especie de cadena por la bloggosfera que yo a petición de Nere (x una ciencia mejor) para que este blog no acabe pareciendo un monotema acerca de mi residencia y para que no penseis que mi vida se reduce a estar en un quirófano (estos días más en planta) y demostrar que puede, y de hecho hay, más vida allá de la medicina y extensiones.
Los libros que más me han gustado son por un lado la Trilogía de El señor de los anillos, que leí después de preparar el MIR y que me tuvo enganchada hasta que acabé de leer los tres libros aunque ya había visto la peli y sabía como acababa. Según mi humilde opinión los libros son mucho mejores que la película y descubren escenas que por falta de tiempo o presupuesto no salen en la peli, y el final del libro tiene para mi mucho más sentido y está mucho mejor que en la película. Otro libro que también me gustó mucho fue, como no, "El médico" de Noah Gordon.
En cuanto a música me es difícil decantarme por algo concreto porque me encanta y de hecho no sé estar mucho rato sin escuchar algo. Pero supongo que cualquiera de los albums de Sergio Dalma es lo que más escucho (para desgracia de mi hermana) y los tengo todos en mi casa. Aunque suele depender del día y el momento.
En cuanto a películas también me resulta difícil decantarme por una en concreto, sin embargo recomiendo una que vi el sábado pasado en el cine y que me gustó mucho es "La educación de las hadas" de Luis Cuerda con Ricardo Darín como protagonista masculino en la que sale también Bebe como uno de los personajes principales. No quiero contar mucho de la película por si hay alguien que está pensando en verla solo decir que es una de esa película que te dejan muy buen sabor de boca cuando sales del cine.
Ya llevo un mes como R1 y poco a poco me voy acomodando a esta nueva situación. No ha sido fácil el comienzo, pasar de no hacer nada y levantarme a las tantas a madrugar y no parar de hacer cosas en todo el día, ha hecho que ahora mismo esté agotada.
Pero por suerte tanto trabajo está dando sus frutos y por fin voy sintiendo más cómoda en mi trabajo, ya mi timidez y mis inseguridades iniciales han ido decreciendo. Sigo sin saber mucho pero voy aprendiendo poco a poco por suerte la gente del servicio es muy amable y resuelven toda clase de dudas que nos pueda surgir y nos va explicando poco a poco las razones por las que se hace una u otra cosa y que puedes hacer o no en determinadas situaciones.
Por suerte cada vez que bajamos a quirófano nos lavamos y aunque todavía no hagamos muchas cosas, voy cogiendo el truco a los separadores, la aspiradora e incluso ya he dado alguno que otro puntito. Todo va poco a poco pero con paso seguro.
Todo el mundo es muy simpático y continuamente nos preguntan qué tal estamos, si entendemos esto o aquello, si nos vamos haciendo y nos dicen que tengamos paciencia y que todo el mundo está igual al principio.
Las guardias las empezamos en agosto y hasta entonces aunque aquí no están establecidas como tal las guardias de mochila nos quedamos alguna tarde para ver como funciona urgencias, vemos alguna que otra apendicitis, hernia,... Y aunque sea un poco vamos perdiendo el miedo a la primera guardia.
Esta semana empezamos con los cursos de urgencias y aunque ha habido de todo por el momento me está pareciendo demasiado teórico y no sé hasta que punto útil, creo que debieran haber más casos prácticos y ser más participativo porque precisamente la teoría ya la manejamos y tampoco están ampliando nuestros conocimientos teóricos, básicamente porque no da tiempo. Supongo que ya tendremos tiempo de aprender pero claro estar ahí todas las tardes para no hacer mucho da un poco de pereza.
Así que bueno poco a poco y con algún otro cambio extra todas mis emociones van volviendo a su cauce y vuelvo a ser la persona equilibrada y con mente clara que era antes de empezar esta aventura, y es una sensación que me gusta y espero que dure mucho mucho tiempo.
Por cierto este fin de semana mi primer curso fuera de casa financiado por una casa farmacéutica, me voy a Oviedo así que despues de un año, como para celebrarlo vuelvo a esa encantadora ciudad con todas las dudas y miedos que me llevé el año pasado resueltos, en fin ya os contaré.
Hoy es la licenciatura de los de medicina de mi universidad y mañana hace un año que me licencié yo. Qué rápido se me ha pasado este año. Con lo largo que parecía que se me iba a hacer.
Y a pesar de que ha pasado muy rápido cuantas cosas han pasado este año, cosas que ya he ido contando en otros post y que por no parecer aburrida no voy a repetir. Y supongo que son esas cosas las que han hecho que mi percepción de la vida actualmente sea muy distinta a como era hace un año. Es difícil entender como una manera de pensar, incluso de sentir puede cambiar tanto en tan poco tiempo y al mismo tiempo.
Hay sentimientos sobre todo los negativo, la inseguridad y el miedo ante los cambios que permanecen en mi interior (e intuyo que seguirán ahí mucho tiempo y es posible que si se fueran ya no sería yo misma) pero ha cambiado la forma que tenía de afrontarlos. Hace un año o quizás alguno más mi forma de enfrentarlos era la de intentar evitarlos, me costaba mucho aceptar que equivocarse no es malo, y cada uno de mis errores me hacia sentir peor y claro mi miedo permanecían en mi muchisimo más tiempo que ahora. Sin embargo ahora la forma de enfrentarme a estos miedos es el optimismo y la capacidad de asumir que no puedo ni quiero ser perfecta y que mi única inteción es aprender de los errores que cometo y que por supuesto existen cuando me enfrento a algo nuevo.
Estoy consiguiendo (creo) aceptarme como soy y disfrutar todo el proceso de aprendizaje sin esperar solo a sentirme contenta cuando veo el resultado final que por supuesto tiene que ser bueno. Supongo que la experiencia y quizás la madurez hace que esto ocurra.
Así que supongo que este año, sobretodo, ha sido muy bueno para mi porque ha conseguido que ahora haya conseguido que en dos semanas (a pesar de haber tenido un pequeño bache por mi ya reconocida inseguridad y miedo a equivocarme) me haya integrado en mi nuevo servicio y que esté aprendiendo una especialidad que me gusta cada vez más porque ya no me de tanto miedo equivocarme (tengo la suerte de tener buena gente cerca que no deja sean errores con consecuencias negativas para el paciente, me paran antes y tampoco he hecho nada especialmente peligroso para nadie) y que por lo tanto esté aprendiendo más de lo que estaría aprendiendo hace algún tiempo. Y sobretodo estos cambios en mi forma de afrontar y ver la vida hacen que mi objetivo de disfrutar con mi trabajo lo pueda estar llevando acabo aunque no pare de trabjar.
Ya llevo dos semanas de residente, he empezado en mi servicio y no he parado en las dos semanas.
La verdad es que sigo sin arrepentirme de la especialidad, es más me gusta mucho. Las personas con las que estoy en el servicio son encantadoras y se les ve con muchas ganas de enseñarnos. Y aunque yo tengo muchas ganas de aprender y como ya he comentado es una especialidad que me gusta mucho, tengo sensaciones encontradas. Me explico, por un lado estoy encantada y feliz de la vida pero por otro me siento muy insegura no sé muy bien que hacer o que no hacer, tengo la sensación de que no soy capaz de retener muchas de las cosas que a mi me gustaría y a veces pienso que soy un poco torpe o que puedo parecer vaga o parada.
Sé o por lo menos quiero creer que todos estos sentimientos, sobretodo los negativos se deben a que soy una persona muy insegura, además de tímida, a la que le cuestan un montón los cambios que se está enfrentando a uno de los más importantes de su vida. Es decir, la tónica general de mi vida. Supongo que mi ritmo de adaptación es lento. Por otro lado me invitan a hacer preguntas pero muchas veces me siento tan perdida que no sé ni qué preguntar, aparte por supuesto de mi ya requeteadmitida timidez y a que yo normalmente no pregunto mucho y tiendo a responderme yo sola las dudas. Además la sensación de que he olvidado todo lo que aprendí persiste aunque espero que pase pronto.
Bueno a mi favor tengo que la gente del servicio tiene mucha paciencia y aceptan sin problemas que pueda ser más lenta que explican un montón de cosas aunque no pregunte, aunque a veces yo crea que ellos piensan que soy muy torpe y lenta (será un trastorno paranoide?).
Bueno espero que esto sea una etapa muy corta, de hecho con el optimismo que trato de cultivar estoy pensando que ya la estoy superando e intento no comerme mucho la cabeza con todas estas cosas y centrarme en lo bonito de la especialidad.
Menudo rollo que os he metido, lo siento supongo que necesitaba desahogarme. En breve vengo a contaros cosas más alegres sin mi ocupada vida laboral me lo permite.
El viernes pasado empezó oficialmente mi periodo de residencia que me va a tener ocupada durante los próximos 5 años.
Nos reunieron a todos los futuros R1 a las 9:30 para firmar el contrato y darnos una pequeña charla acerca del hospital y de como tenemos que aprobechar los próximos años para formarnos como residentes, próximos cursillos de urgencias, historia informatizada,... Después nos acompañaron al sitio donde teníamos que recoger nuestras batas y de ahí nos fuimos cada uno a nuestro servicio.
Mi primera impresión fue bastante buena, nos llevaron a conocer los quirófanos y nos contaron como funciona el departamento, las sesiones de residentes y que empezamos las guardias en agosto aunque hasta entonces nos han recomendado que estemos con los médicos que estén de guardia para que vayamos viendo como funciona esto. Finalmente nos dieron un planning con las rotaciones que vamos a hacer por las distintas secciones de nuestro servicio durante este primer año.
Mi sensación actual es un poco extraña por un lado estoy contenta porque me gustó mucho lo que vi el viernes y no me arrepiento para nada de la elección que hice pero por otro lado tengo la sensación de que tengo que aprender muchas cosas y no sé como me voy a organizar para que me de tiempo a todo (además que ahora mismo ganas, lo que se dice, ganas de estudiar pues no hay muchas) supongo que poco a poco me iré haciendo y podré hacerme con la residencia y las guardias que es otra de las cosas que me tienen un poco preocupadilla aunque todavía quede tiempo para empezar con ellas y estemos respaldadas en todo momento por un adjunto al que se le puede preguntar.
En fin ya os seguiré contando como me va a lo largo de la residencia. Que empieza mañana más en serio.
Bueno ya solo me queda una semana para empezar a trabajar. Ahora que la mayoría de las personas se están preparando para las vacaciones de verano, aunque muchos todavía tienen por delante un horrible mes de examenes (mucha suerte a todos) nosotros los mires nos preparamos para empezar a trabajar.
Despues de unas ansiadas y extrañas vacaciones, nunca crei que pudiera sentir tantas cosas en tan poco tiempo, han sido 4 meses muy raros. Por un lado empiezas agotado, muyyy cansado pero a la vez te sientes como desorientado todo el mundo te pregunta que tal te va, como te ha salido el examen. Y, por lo menos en mi caso, no sabes que contestar porque una vez acabas el examen eres incapaz de recordar lo que has hecho, yo no podía acordarme de una sola de las preguntas y claro como tu número no depende solo de ti...
Cuando por fin recuperas algo de la energía invertida todo el verano, otoño y parte del invierno, empiezan los nervios y la ansiedad por saber como te ha salido el examen (ansiedad que aumenta con la preocupación de todo el mundo por saber como te fue) así que esperas a que se publiquen las respuestas provisionales primero y luego las definitivas, yo no intenté anular ninguna porque al corregir mi examen me di cuenta de que las de reserva no estaban para tirar cohetes asi que me parecía un esfuerzo inutil. Una vez salen las respuestas definitivas metes los datos en las páginas webs de las dos academias que lo permiten Oviedo y CTO sabiendo que es muy posible que las dos estén equivocadas, por lo general en Oviedo te sale un resultado un poco peor que en CTO así que para compensar...
Hasta que por fin sale el número oficial intentas contentarte con los resultados de Internet e intentas no pensar mucho en el tema y buscas vacaciones, sales por ahí, haces cosas que hasta ahora no tenías tiempo para hacer e intentas salir airosa de las constantes preguntas que aun hoy siguen.
Una vez tienes tu número, el de verdad en la mano, comienza un periodo que en mi opinión y en la de muchos de los que yo conozco es peor que el propio examen. Empiezas a plantearte en serio la especialidad a la que dedicaras la mayoría del tiempo de los próximos años. Es un periodo de turismo MIR consistente en ir a todos los hospitales que puedas aguantar y perseguir y asediar a los residentes (R2 y R3 mejor según el consejo que nos dieron en Oviedo) con toda clase de preguntas acerca de la especialidad y el servicio. Es un tipo de turismo extraño porque normalmente no tienes tiempo para ver monumentos, pero el o los hospitales de la ciudad los acabas recorriendo de arriba a abajo y de izquierda a derecha.
Una vez decides lo que más o menos quieres, si es que consigues hacerlo antes de ir a Madrid es un tiempo como de intriga porque parece que si se lo cuentas a mucha gente se gafa y como no sabes si conseguirás o no la plaza tampoco quieres aventurarte a decir a nadie que ya sabes lo que quieres hacer aunque la mayoría de las veces tampoco está del todo claro si es eso u otra cosa lo que quieres hacer.
Al final de este periodo llega la visita a la capital y al ministerio de sanidad que coincide más o menos con las vacaciones de Semana Santa (al menos este año) y en nuestro caso casi casi lo es, que caras se ven (incluida la mía) qué nervios, horrible hasta que coges plaza. Por lo menos he de decir que todos los que conozco tuvieran el número que tuvieran salimos encantados con nuestra elección, no sé si por la elección o porque ya no tendríamos que pensar más en ello.
Despues de elegir para mi empezaron de verdad las vacaciones, por fin podía contestar a todas las preguntas, ya no tenía que dar más vueltas a la cabeza, solo me quedaba descansar. Y hacer unos pocos papeles supongo que parte de mi relax se debe a que me quedo en casa y no tengo que buscar piso.
Y ahora con el comienzo de nuestra vida laboral (la gente sigue preguntando, ahora la pregunta es ¿Cuándo empiezas? ¿tendrás ganas?) intentan salir nuevos miedos, incertidumbres que tratas de hacer desaparecer a golpe de optimismo y repetirte que todo va a salir genial que es lo que quieres hacer. Así que mucha suerte a los nuevos R1 y ánimo para los que acabais este año y empezais a preparar el MIR 2006.
Ultimamente tengo la sensación de estar estrenando una nueva vida. Es como si a la vuelta de Oviedo hubiera dejado atrás un montón de cosas y ahora estuviera estrenando otra yo con nuevas ocupaciones, ropa, sensaciones, sentimientos, incluso amigas nuevas me traje de Oviedo.
Es una sensación que me gusta, hoy por ejemplo he ido a llevar todos los papeles que nos piden para hacer el contrato y me he probado la bata para que le vayan poniendo mi nombre. Ha sido una sensación distinta y muy agradable, porque a pesar de estar en un entorno no muy conocido para mi, porque nunca he hecho prácticas en ese hospital me sentía muy cómoda como si todo aquello se hubiera hecho para mi. Y eso para mi que soy tan tímida es una sensación que no suelo tener fuera de mi casa y cuatro sitios más.
Estoy haciendo cosas que nunca había hecho y me estoy tomando la vida con una tranquilidad que no es habitual en mi, porque a pesar de parecer tranquila y segura yo siempre he sido muy insegura e impaciente. Y aunque voy a picos me encuentro más relajada y sin tanta prisa porque las cosas ocurran. Supongo que estoy saboreando todo lo que me está ocurriendo con la suerte de tener tiempo suficiente, cosa que hasta hace poco tampoco sabía muy bien lo que era y llegué a pensar que iba a resultar muy aburrido.
Personalmente también he cambiado mi forma de ser es algo menos tímida (aunque tengo ratos) me llevo mejor que nunca con mi hermana y creo que tengo las cosas más claras que hace una temporada.
Por el momento lo que he visto me gusta espero que los cambios que quedan sigan por este mismo camino.
Bueno no sé si este es el mejor título para mi post pero ahora mismo es el único que se me ocurre, el caso es que estoy aquí en mi casa tranquilamente estrenando un nuevo monitor (el otro se había roto) y me he dicho: "voy a escribir algo" y aquí estoy.
El caso es que tampoco tengo mucho que contar porque a diferencia de muchos de los que conozco me quedo en mi casa y por lo tanto no tengo ningún piso que alquilar o comprar (por suerte después de lo que se ve y oye por ahí) ya me he colegiado y he hecho la mayoría del papeleo necesario para mi contrato de residente y cualquier día de estos voy a llevarlo al hospital y a que me tomen las medidas para mi nueva bata. El caso es que ahora no tengo muchas cosas que hacer y me dedico a leer, dar paseos, escuchar música y dormir. Pero me sigo sintiendo cansada, la verdad que ya no sé que puede ser mi madre me dice que estoy de bajón después de todos los nervios y estrés que he pasado, pero no dejo de sentirme un poco rara porque la verdad que no estoy haciendo grandes esfuerzos y me siento muy cansada, quizás sea la edad.
Puede que sea aburrimiento aunque tampoco estoy tan parada como para aburrirme, y a pesar de que casi todo el mundo a mi alrededor tiene ganas de que yo empiece a trabajar yo no tengo tanta prisa, se vive muy bien de vacaciones sin necesidad de estudiar o de tener que madrugar, además queda la tensión de tener que enfrentarme a pacientes de verdad ya siendo residente y no estudiante como hasta ahora. Y aunque ilusión no me falta esa sombra siempre ronda mi cabeza ¿seré capaz de enfrentarme a las enfermedades y ayudar a mis pacientes? ¿Podré aguantar las guardias? Espero que me hayan servido de algo todos estos años estudiando y que no me falle la ilusión y la serenidad cuando lo necesite.
En fin, no sé si tiene mucho sentido todo lo que he escrito tengo la sensación de que solo son ideas sueltas, pero como me dice mi hermana estoy un poco rara así que espero que mi yo optimista y alegre salga cualquiera de estos días.
No sé por qué, ni si esto ha sido siempre así o es nuevo, ni siquiera sé si esto le ocurre a todo el mundo, pero yo tengo la sensación de que la mayor parte de las cosas las tenemos que hacer a toda prisa, tenemos que acabar cuanto antes. No puedes ir tranquilamente a hacer la compra hay que hacerlo lo más deprisa posible y cuidado con que haya cola en la caja para pagar porque entonces tienes que batir tu propio record metiendo las cosas en las bolsas y ves a la pobre cajera intentando cobrarte a la velocidad de la luz.
Nos engañamos a nosotros mismos pensando que es lo mejor, pensamos cuando acabe el colegio seré feliz y por eso tengo que llegar lo más pronto posible, pero entonces aparece el instituto y nos lamentamos porque no nos acaba de entusiasmar y entonces esperamos que lleguen las vacaciones pero esas pasan volando o no podemos disfrutarlas como nos gustaría porque hemos suspendido. El caso es que al final se nos pasa el tiempo y cuando paramos dos minutos para pensar nos damos cuenta de que nos hemos perdido un montón de cosas por querer que llegara algo que o no llegó o se pasó tan rápido que ni nos dimos cuenta o bien llegamos tan cansados y estresados que no pudimos disfrutar.
Pienso que en ocasiones es necesario correr, existen urgencias vitales que pueden dar un mal resultado si no se atienden a tiempo. Pero también considero que la mayoría de las veces las prisas nos las creamos nosotros mismos y que por su culpa no vivimos la vida como ella se merece, disfrutando de cada minuto que nos regala, aunque sea trabajando o en el supermercado ¿Cuántas cosas nos pasan por delante y no vemos porque estamos pensando en hacer lo que sea a toda prisa? Quizás el truco no sea acabar todo rápido para disfrutar cinco minutos sino intentar disfrutar en todo momento incluso trabajo y sacarle jugo a cada instante de nuestra vida y no solo a los diez minutos después de trabjar o los 15 días de vacaciones.
Cada momento tiene su encanto, puedes pasarlo mejor un día de trabajo haciendolo con ganas que un día de vacaciones pensando que está lloviendo y estás perdiendo un maravilloso día de playa porque llueve. Las cosas maravillosas que nos ocurren en la vida pueden ocurrir y de hecho ocurren en cualquier momento de la vida y no hay nada peor que llegar a viejo y darte cuenta de que no las has disfrutado porque las prisas te cegaron y no las supiste ver.
En fin, será que he cumplido un año más y tengo la sensación de haberme perdido parte de mi vida sin ser del todo consciente...
El martes por la mañana estuve pasando el chequeo médico que te hacen cuando te vas a incorporar a tu plaza de residente. Es algo sencillo y general que como me dijo la médico a mi sirve para que ellos puedan, si es necesario, adaptar el servicio a tu situación pero en el que no se suele ver ninguna enfermedad, salvo que esté muy clara.
El mío en concreto comenzó con un cuestionaro que me pasaron nada más entrar y que tuve que rellenar con datos personales, hábitos, antecedentes familiares,... después pasé con una enfermera que me sometió a pruebas de agudeza visual (con las gafas puestas), audiometría, espirometría, ECG, medición de la tensión y una breve historia acerca de mi calendario vacunal centrándose en la vacuna del tétanos, hepatitis B, BGC y varicela.
Después pasé a otro cuarto donde me hicieron un mantoux (que ha resultado ser negativo) y me pusieron la última dosis de la vacuna de la hepatitis B me pidieron también análisis de sangre y orina y me pasaron un protocolo de actuación en caso de pincharme con una aguja contaminada con material biológico.
Finalmente pasé a la consulta de la médico que me hizo un breve examen físico y me explicó que ellos estarían en contacto con el departamento de docencia y por si tenía algún problema debido al cambio que supone incorporarse a la vida de residente (cambios de horarios, pocas horas de sueño, comidas fuera de horas, estrés,...) vamos que fue poco alentadora la visita aunque siempre está bien saber que hay gente por ahí que nos va a cuidar.
Estos días he estado también visitando el que va a ser mi servicio durante cinco años y aunque todavía no he visto a todo el mundo he de decir que los que vi me parecieron muy simpáticos que parece que esta residencia es la que yo buscaba y que intuyo que voy a estar muy bien aunque como me dice todo el mundo voy a tener que trabajar mucho así que apesar de saber que mi cuerpo se va a hacer un lío en lo próximos meses guardo la ilusión de pasarmelo bien y aprender muchas cosas.