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Lorei

Un mal día.

Un mal día.

Hacia tiempo que ya no me pasaba. Llevaba una temporada en la más o menos todo me iba bien. Sé que todavía me queda mucho por aprender pero la sensación era de ir mejorando. Sin embargo el lunes fue uno de esos días horribles en los que piensas ¿Por qué me habré levantado yo hoy? Tenía la sensación de que todo lo estaba haciendo mal.

Bueno, en realidad esto empezó el domingo con la guardia. El día se levantó con menos ilusión que otros (es que eso de tener que madrugar el domingo para ir a trabajar y más teniendo guardia, no me hace mucha ilusión). Me levanté y con todos los ánimos que pude recoger, que la verdad no fueron muchos, me fui al hospital y así comenzó una guardia que no fue demasiado mala, en cuanto a trabajo se refiere. Más bien fue aburrida (solo hago guardias de cirugía así que básicamente me dedicó a atender las llamadas) durante el día alguna visita a la puerta, alguna vuelta por la planta pero poca cosa. Y por la noche, no hubo mucho trabajo pero si dos llamadas estratégicamente puestas para jorobarme toda la noche. Así que por la mañana me levanté como pude (con menos ánimos que el día anterior y más cansada) y como no libramos las guardias me subi a la planta con la suerte de tener que ir a quirófano.

El caso es que sin entrar en demasiados detalles tenía la sensación de estar más torpe que de costumbre y de estar haciendo todo mal. Supongo que en parte sería fruto del cansancio pero la verdad es que mi ánimo fue de mal en peor a lo largo de la mañana. Ya por la tarde despues de echarme una muy merecida y gran siesta me levanté un poco más desanimada pero con la fuerza suficiente como para retomar el optimismo que intento cultivar. Así que decidí intentar no preocuparme y esforzarme al máximo para aprender todo lo posible. Creo que aparte del cansancio me estaba empezando a relajar en esto del aprendizaje y el trabajo diario. Y es que por mucha ilusión que lleves al final la rutina te hace que te dejes llevar y que se te olviden esos buenos propósitos con los que empiezas las nuevas etapas.

Bueno en resumen ahora mucho más tranquila (aunque todavía cansada) he sacado la conclusión de que incluso los malos días son importantes para avisarnos dentro de la rutina de que algo no lo estamos llevando como lo habíamos previsto y que tenemos que cambiar cosas y retomar la ilusión con la que empezamos y que la rutina nos arrebata en ocasiones. Además de que por supuesto dormir es bueno para las personas y que aunque haya gente que no lo vea del todo claro dormir de tirón varias horas seguidas es uno de los mayores placeres de esta vida.

3 comentarios

adriana -

hola ...me encanta leer lo que escribes

Nere -

Lorei me alegra leer que ya está superado. Tienes mucha razón al culpar al cansancio en su justa medida, porque el agotamiento físico nos hace cometer graves errores en ocasiones.

Yo hoy me quedo con la frase que has dicho de: "mucha ilusión que lleves al final la rutina te hace que te dejes llevar y que se te olviden esos buenos propósitos con los que empiezas las nuevas etapas."

Gran verdad, es bueno recordarla cada día para esforzarnos a ver cada día como una nueva oportunidad.

Un abrazo, mucha suerte y ánimo.

Lorenzo -

Hey, tu blog es muy guay, lo he leido casi todo.
Podrias decirme tu direccion email, por favor? Queria preguntarte una cosa en privado.
Mi email es lorenzo.azzalini@tiscali.it
Gracias!!
Lorenzo