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Lorei

Residencia

La situación real del residente

La situación real del residente

Otra vez estoy de vacaciones. Visto así puede parecer que siempre estoy de vacaciones, aunque solo sea una ilusión creada por el hecho de que cuando trabajo no me queda mucho tiempo para escribir. Y solo escribo cuando tengo un poco de tiempo libre.

En fin, la verdad es que la vida del residente, por lo menos en mi caso, no deja tiempo para hablar de muchas cosas muy distintas a la medicina. Y cuesta encontrar un tema distinto a lo que ocurrió en esta o aquella guardia, no sé que día en el quirófano,… Además que este blog en principio nació con el fin de contar que ocurría en este camino hacia convertirme en un médico especialista. A pesar, de que haya días que intente contar cosas distintas por eso de cambiar y que no se convierta en algo tan monótono y aburrido.

Y se podría decir que estos días los residentes con los que hablo, que últimamente son más. Parece que por fin conseguimos quedar más fuera del hospital y tener conversaciones que van más allá de “tengo un señor con un dolor de tripa te importaría venir a verlo”. Lo cual en Pamplona que es una ciudad que se suele caracterizar por lo cerrados que somos y lo que nos cuesta salir del grupo o eso dicen, parece ya mucho. Y por fin voy a poder ir a una cena de residentes, y lo más curioso es que ¡¡¡no tengo guardia!!!

Bueno como iba diciendo ahora hay dos temas fundamentales de los que solemos hablar en las pocas escapadas que tenemos o mientras cenamos en una guardia. Y son por un lado las guardias, “estoy cansado, otra vez guardia” “mira lo que me ha pasado”… y la situación bastante precaria en la que nos encontramos ahora. Y qué es lo que podemos hacer para mejorar la situación. En relación a esto tenemos un pequeño lío que aprovechando la difusión que puede tener Internet (y no hay más que ver cuanto saben los pacientes de su enfermedad gracias a sus escapadas por la web) me gustaría aclarar un pequeño asunto. Resulta que en varios periódicos ha salido una noticia que nos lleva a todos de calle, y es esa estupenda subida del 18% del sueldo, por la cual recibimos felicitaciones por la calle de la gente que nos quiere y se preocupa por ello. Y no es que no estemos contentos con que nos suban el sueldo, lo que nos molesta es que nos tomen el pelo y quieran hacer que nos vean como pequeños usureros a los que solo nos importa el dinero. Y es que la realidad es la siguiente: nos suben el 18% del sueldo base si, en cuatro años. Pero es que esto tiene trampa porque nos bajan el porcentaje de complementariedad que recibíamos por año de residencia, de tal forma que los R1 no recibimos nada y los siguientes años cobran menos. De tal forma que nos suben bastante menos (que teniendo en cuenta el 18% de nuestro sueldo era poco) y en algunos casos casi casi nos quitan. Y claro una cosa es que trabajemos en parte por vocación y otra cosa muy distinta es que la vocación por si sola no nos permite comer todos los días que no estamos en el hospital de guardia (que no son muchos pero existen) ni nos permite hacernos con una casita medio decente, ni cosas de esas que puede parecer mucho a primera vista pero que son cosas básicas que a una persona entre 25 y 30 años le permite independizarse que es lo que la gente de esa edad le gusta hacer.

En fin, solo una pequeña puntualización y queja, para ver si sirve de algo.

Un mal día.

Un mal día.

Hacia tiempo que ya no me pasaba. Llevaba una temporada en la más o menos todo me iba bien. Sé que todavía me queda mucho por aprender pero la sensación era de ir mejorando. Sin embargo el lunes fue uno de esos días horribles en los que piensas ¿Por qué me habré levantado yo hoy? Tenía la sensación de que todo lo estaba haciendo mal.

Bueno, en realidad esto empezó el domingo con la guardia. El día se levantó con menos ilusión que otros (es que eso de tener que madrugar el domingo para ir a trabajar y más teniendo guardia, no me hace mucha ilusión). Me levanté y con todos los ánimos que pude recoger, que la verdad no fueron muchos, me fui al hospital y así comenzó una guardia que no fue demasiado mala, en cuanto a trabajo se refiere. Más bien fue aburrida (solo hago guardias de cirugía así que básicamente me dedicó a atender las llamadas) durante el día alguna visita a la puerta, alguna vuelta por la planta pero poca cosa. Y por la noche, no hubo mucho trabajo pero si dos llamadas estratégicamente puestas para jorobarme toda la noche. Así que por la mañana me levanté como pude (con menos ánimos que el día anterior y más cansada) y como no libramos las guardias me subi a la planta con la suerte de tener que ir a quirófano.

El caso es que sin entrar en demasiados detalles tenía la sensación de estar más torpe que de costumbre y de estar haciendo todo mal. Supongo que en parte sería fruto del cansancio pero la verdad es que mi ánimo fue de mal en peor a lo largo de la mañana. Ya por la tarde despues de echarme una muy merecida y gran siesta me levanté un poco más desanimada pero con la fuerza suficiente como para retomar el optimismo que intento cultivar. Así que decidí intentar no preocuparme y esforzarme al máximo para aprender todo lo posible. Creo que aparte del cansancio me estaba empezando a relajar en esto del aprendizaje y el trabajo diario. Y es que por mucha ilusión que lleves al final la rutina te hace que te dejes llevar y que se te olviden esos buenos propósitos con los que empiezas las nuevas etapas.

Bueno en resumen ahora mucho más tranquila (aunque todavía cansada) he sacado la conclusión de que incluso los malos días son importantes para avisarnos dentro de la rutina de que algo no lo estamos llevando como lo habíamos previsto y que tenemos que cambiar cosas y retomar la ilusión con la que empezamos y que la rutina nos arrebata en ocasiones. Además de que por supuesto dormir es bueno para las personas y que aunque haya gente que no lo vea del todo claro dormir de tirón varias horas seguidas es uno de los mayores placeres de esta vida.

1º Guardia

1º Guardia

Bueno todo llega y todo pasa y esa tan terrible primera guardia que me pintaban y a veces he imaginado, fue ayer. Todo empezó cuando mi R mayor no sin poca guasa me pasó el busca. Bueno creo que ya he comentado en otros posts solo hago guardias de cirugía. Así que con el busca en el bolsillo y ataviada con mi pijama verde y con todo el ánimo que he ido recogiendo empecé la mañana pasando la planta como he estado haciendo estos últimos días. Por la mañana solo hubo una llamada y a ultima hora por una dudosa apendicitis que ingresamos pero que no operamos. Despues de este primer contacto con la puerta desde mi posición de residente de guardia (ya había estado algún día con cirujanos de guardia para ver como funcionaba aquello) me fui a comer con el adjunto que compartía la guardia conmigo, tras lo cual recibí los ánimos del resto de médicos que se iban a su casa y me quedé yo sola en la planta.

La tarde fue muy tranquila y apenas me llamaron, así que aprobeché para estudiar, la apendicitis (por si las moscas) ya hacia el final de la tarde empezó a sonar el busca de una forma más frecuente y pude ver mi primera apendicitis (más clara que si que operamos, bueno yo no hice mucho) y despues de eso pude marcharme a dormir y no me molestaron en toda la noche.

En resumen, fue una guardia de lujo sin grandes catástrofes pero con alguna cosilla para no sentirme especialmente aburrida. Y después de la guardia otra vez la planta y a casa que mañana vuelvo a quirófano programado después de unos días de vacaciones.

En fin el lunes la próxima, a ver si sigue la racha.

La t

Ya ha pasado un mes

Ya ha pasado un mes

Ya llevo un mes como R1 y poco a poco me voy acomodando a esta nueva situación. No ha sido fácil el comienzo, pasar de no hacer nada y levantarme a las tantas a madrugar y no parar de hacer cosas en todo el día, ha hecho que ahora mismo esté agotada.

Pero por suerte tanto trabajo está dando sus frutos y por fin voy sintiendo más cómoda en mi trabajo, ya mi timidez y mis inseguridades iniciales han ido decreciendo. Sigo sin saber mucho pero voy aprendiendo poco a poco por suerte la gente del servicio es muy amable y resuelven toda clase de dudas que nos pueda surgir y nos va explicando poco a poco las razones por las que se hace una u otra cosa y que puedes hacer o no en determinadas situaciones.

Por suerte cada vez que bajamos a quirófano nos lavamos y aunque todavía no hagamos muchas cosas, voy cogiendo el truco a los separadores, la aspiradora e incluso ya he dado alguno que otro puntito. Todo va poco a poco pero con paso seguro.

Todo el mundo es muy simpático y continuamente nos preguntan qué tal estamos, si entendemos esto o aquello, si nos vamos haciendo y nos dicen que tengamos paciencia y que todo el mundo está igual al principio.

Las guardias las empezamos en agosto y hasta entonces aunque aquí no están establecidas como tal las guardias de mochila nos quedamos alguna tarde para ver como funciona urgencias, vemos alguna que otra apendicitis, hernia,... Y aunque sea un poco vamos perdiendo el miedo a la primera guardia.

Esta semana empezamos con los cursos de urgencias y aunque ha habido de todo por el momento me está pareciendo demasiado teórico y no sé hasta que punto útil, creo que debieran haber más casos prácticos y ser más participativo porque precisamente la teoría ya la manejamos y tampoco están ampliando nuestros conocimientos teóricos, básicamente porque no da tiempo. Supongo que ya tendremos tiempo de aprender pero claro estar ahí todas las tardes para no hacer mucho da un poco de pereza.

Así que bueno poco a poco y con algún otro cambio extra todas mis emociones van volviendo a su cauce y vuelvo a ser la persona equilibrada y con mente clara que era antes de empezar esta aventura, y es una sensación que me gusta y espero que dure mucho mucho tiempo.

Por cierto este fin de semana mi primer curso fuera de casa financiado por una casa farmacéutica, me voy a Oviedo así que despues de un año, como para celebrarlo vuelvo a esa encantadora ciudad con todas las dudas y miedos que me llevé el año pasado resueltos, en fin ya os contaré.

Sentimientos encontrados.

Sentimientos encontrados.

Ya llevo dos semanas de residente, he empezado en mi servicio y no he parado en las dos semanas.

La verdad es que sigo sin arrepentirme de la especialidad, es más me gusta mucho. Las personas con las que estoy en el servicio son encantadoras y se les ve con muchas ganas de enseñarnos. Y aunque yo tengo muchas ganas de aprender y como ya he comentado es una especialidad que me gusta mucho, tengo sensaciones encontradas. Me explico, por un lado estoy encantada y feliz de la vida pero por otro me siento muy insegura no sé muy bien que hacer o que no hacer, tengo la sensación de que no soy capaz de retener muchas de las cosas que a mi me gustaría y a veces pienso que soy un poco torpe o que puedo parecer vaga o parada.

Sé o por lo menos quiero creer que todos estos sentimientos, sobretodo los negativos se deben a que soy una persona muy insegura, además de tímida, a la que le cuestan un montón los cambios que se está enfrentando a uno de los más importantes de su vida. Es decir, la tónica general de mi vida. Supongo que mi ritmo de adaptación es lento. Por otro lado me invitan a hacer preguntas pero muchas veces me siento tan perdida que no sé ni qué preguntar, aparte por supuesto de mi ya requeteadmitida timidez y a que yo normalmente no pregunto mucho y tiendo a responderme yo sola las dudas. Además la sensación de que he olvidado todo lo que aprendí persiste aunque espero que pase pronto.

Bueno a mi favor tengo que la gente del servicio tiene mucha paciencia y aceptan sin problemas que pueda ser más lenta que explican un montón de cosas aunque no pregunte, aunque a veces yo crea que ellos piensan que soy muy torpe y lenta (será un trastorno paranoide?).

Bueno espero que esto sea una etapa muy corta, de hecho con el optimismo que trato de cultivar estoy pensando que ya la estoy superando e intento no comerme mucho la cabeza con todas estas cosas y centrarme en lo bonito de la especialidad.

Menudo rollo que  os he metido, lo siento Avergonzado supongo que necesitaba desahogarme. En breve vengo a contaros cosas más alegres sin mi ocupada vida laboral me lo permite.

Ya soy R1

Ya soy R1

El viernes pasado empezó oficialmente mi periodo de residencia que me va a tener ocupada durante los próximos 5 años.

Nos reunieron a todos los futuros R1 a las 9:30 para firmar el contrato y darnos una pequeña charla acerca del hospital y de como tenemos que aprobechar los próximos años para formarnos como residentes, próximos cursillos de urgencias, historia informatizada,... Después nos acompañaron al sitio donde teníamos que recoger nuestras batas y de ahí nos fuimos cada uno a nuestro servicio.

Mi primera impresión fue bastante buena, nos llevaron a conocer los quirófanos y nos contaron como funciona el departamento, las sesiones de residentes y que empezamos las guardias en agosto aunque hasta entonces nos han recomendado que estemos con los médicos que estén de guardia para que vayamos viendo como funciona esto. Finalmente nos dieron un planning con las rotaciones que vamos a hacer por las distintas secciones de nuestro servicio durante este primer año.

Mi sensación actual es un poco extraña por un lado estoy contenta porque me gustó mucho lo que vi el viernes y no me arrepiento para nada de la elección que hice pero por otro lado tengo la sensación de que tengo que aprender muchas cosas y no sé como me voy a organizar para que me de tiempo a todo (además que ahora mismo ganas, lo que se dice, ganas de estudiar pues no hay muchas) supongo que poco a poco me iré haciendo y podré hacerme con la residencia y las guardias que es otra de las cosas que me tienen un poco preocupadilla aunque todavía quede tiempo para empezar con ellas y estemos respaldadas en todo momento por un adjunto al que se le puede preguntar.

En fin ya os seguiré contando como me va a lo largo de la residencia. Que empieza mañana más en serio.

Rumbo a la cirugía

Rumbo a la cirugía

Por fin se acabó este martirio, ayer elegí plaza. Ya puedo contestar a todos aquellos que pregunten: voy a ser cirujana. Ayer a eso de las cinco de la tarde estaba yo eligiendo la plaza en el Ministerio de Sanidad en Madrid con mi madre y mi hermana varias manzanas alejadas viendo como iba la elección de plazas.

El día fue un tanto estresante, ya esa noche no pude dormir bien y madrugamos las tres. Nos fuimos a desayunar (no muy bien por cierto) y nos fuimos a hacer turismo por la capital, pero como no un turismo un tanto especial fuimos a ver donde estaban los acompañantes para ver la adjudicación de plazas, lo cual no hizo más que ponernos aun más nerviosas a las tres. El sitio es un salón de actos no muy grande con una pantalla donde aparecen el número, nombre y apellidos de la persona que ha elegido y la plaza que ha escogido.

Al poco de entrar huimos hacia los ministerios para ver donde tenía que ir yo, el sitio está justo en frente del museo del Prado (demasiado alejado de donde están los acompañantes en la opinión de varios de los que estábamos por ahí). Ahí después de saludar a varios compañeros que tenían la suerte de haber elegido ya nos fuimos a hacer turismo, pero del de verdad.

Vimos la Puerta del Sol (la de Alcalá la vimos antes porque está cerca de donde están los acompañantes) la plaza Mayor y el Palacio de los Diputados, después nos fuimos a comer a un sitio cerca del ministerio donde había mucha más gente que había o iba a elegir.

Después de comer a eso de las tres y media entramos al ministerio a elegir la plaza. Primero entras en una especie de recibidor donde te llaman por orden y te dan una credencial, que tienes que mostrar cuando vas a elegir la plaza y pasas al salón de actos donde se realiza la elección.

Por suerte mi espera en la sala no fue muy larga y a eso de las cinco de la tarde elegía yo mi plaza de Cirugía General, así que feliz y contenta sali, recogí la credencia y resto de documentación que me dieron y me fui a merendar con mi hermana y mi madre.